Es una pregunta que se habrá planteado últimamente más de un agricultor. En estos momentos se pueden ver en los olivos racimos de pequeñas aceitunas que tienen el crecimiento muy lento en comparación con el resto de las aceitunas. Se trata de los zofairones, frutos que han crecido sin polinización ni fecundación, y por lo tanto no tienen semilla en su interior. Además, carecen de valor comercial, pues apenas acumulan aceite y su escaso tamaño no los hacen aptos para su consumo en mesa.
En años con niveles de cuajado de fruto y cosecha final normales no suelen llamar la atención. Pero este año las temperaturas que han habido durante la floración han sido más altas de lo habitual, situándose las máximas por encima de los 30º C a mediados de mayo, umbral a partir del cual suelen aparecer los efectos negativos. Conjuntamente, la escasez de lluvias de este año ha contribuido a que haya menos agua en el suelo para el olivo en ese momento crítico de su desarrollo.
Como consecuencia tenemos que ha sucedido un menor cuajado de fruto y un aumento en la proporción de zofairones.